En el contexto empresarial actual, la figura compleja y polivalente de Adriano Olivetti, con sus acciones civiles, políticas y culturales, es el objeto del redescubrimiento.
Los textos recogidos en “Le Fabbriche di bene”, Adriano Olivetti, Edizioni di Comunità son heterogéneos y complementarios. El primero, de 1951, es un resumen del proyecto comunitario, una ilustración de la idea de la convivencia civil de Olivetti; el segundo es un discurso dirigido a los trabajadores de su fábrica después de la Liberación de 1945 y representa la ocasión para reanudar las filas de un proyecto que la Guerra había suspendido pero no interrumpido.
Lo que distingue a Olivetti en el contexto del emprendimiento italiano es el hecho de que no es solo un emprendedor. Su pensamiento, del que surgen los otros componentes de su figura, parte de la fábrica, como un sistema constituido por la interpenetración de la justicia, el progreso y la tolerancia. El libro ilustra el corazón de este sistema que, gracias a sus características, se convierte en una “Comunidad” embajadora de ese alto equilibrio humano que Olivetti considera como el objetivo de su proyecto.
El libro destaca otros aspectos importantes de la concepción olivetiana, como el relacionado con la meritocracia, un tema espinoso y extremadamente tópico. Para el empresario de Ivrea, la transmisión de la riqueza constituye una evidente injusticia social, mientras que “la sumisión de los hombres a otros hombres en virtud del privilegio del nacimiento […] constituye un obstáculo muy serio para el progreso de la industria”. El criterio fundamental para garantizar la máxima eficiencia a la fábrica de la comunidad es la capacitación y el desarrollo de gerentes con cualidades humanas, técnicas y culturales superiores. Según Olivetti, cualquier solución que no otorgue autoridad y responsabilidad a hombres altamente capacitados debe considerarse engañosa.
El ojo con el que el empresario de Ivrea observa la fábrica es capaz de capturar todos los elementos que caracterizan esta estructura: su apariencia externa, la relación con la naturaleza circundante, las personas que la pueblan.
Del libro, todo el esfuerzo que realiza Olivetti para que la evolución y expansión de su fábrica no lo haga similar a las grandes ciudades modernas nacidas de una transformación que ha comprometido la “armonía de la vida” a través del caos creado por su “inextricable”. Enredo”.
El empresario es consciente de que la idea de la gran fábrica trae consigo la destrucción de los contactos humanos y la consideración de cada hombre como un número.
La preocupación de Olivetti, expresada perfectamente por el texto, es asegurarse de que todo lo que ha construido mantenga su lado humano sin olvidar nunca el enfoque de su padre Camillo, quien, al discutir o examinar el régimen de vida o el régimen de fábrica , consideraba a cada trabajador igual a él comportándose como “un hombre frente a un hombre”.
Cecilia Musulin
Traduzione di Sara Trincali